sin ánimos de ofender a las ofensas cuando comparo mi suerte con diatribas pesimistas
sin ánimos de amar a lo amado cuando no he llegado temprano, por estar amando.
sin ánimos de ceder ante deseos deseados en noches de invierno.
Sin ánimos de especular sobre supuestos cuando mi certeza ha claudicado.
sin ánimos de olvidar mi olvido que por olvidar ofendió, amó, cedió y especuló.
ya ni sé si estoy de ánimos para estar sin ánimos, ni de olvidar que el olvido me lleva a recordarte.
en fin animarse es a mi como olvidar es a dormir para escapar de pesadillas.
Nuevo es la novedad de reencontrarme con ánimos de animarme a estar sin ánimos... bah ya ni sé lo que digo
viernes, 28 de marzo de 2008
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2 comentarios:
Qué cruel es la ambivalencia...
Lindo post.
Ahora estás d poeta, no dejas de sorprenderme...
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